jueves, 27 de diciembre de 2007

ENTREVISTA A LUCIANO ARONNA

LOS COMIENZOS Luciano empezó a practicar el deporte por prescripción médica, desde ahí y sin pensarlo inició una carrera que le está dando muy buenos frutos. “Arranqué por un tema de salud, tenía mucho sobrepeso. Llegue a pesar 25 kilos de más y a los 17 años empecé a trotar. Fue todo de a poco, primero, dos, tres vueltas al parque y un día Susana y Jorge Natale que me vieron que corría tanto me propusieron competir, ir a alguna carrera. Al principio no me gustó mucho la idea, porque creo que a nadie le debe gustar pasar vergüenza y yo pensaba eso. Pero un día me terminaron convenciendo y la primera carrera fue en Junín, por supuesto salí último en la general (risas), cuando llegué estaban todos, los banderilleros y los otros competidores, ¡ya estaban todos bañados! La siguiente carrera fue acá, la otra en Chivilcoy y así fueron mis comienzos. Al principio era poder dar la vuelta, después, más adelante, empecé a entrenar en serio porque ya no querés ser el quinto porque corren cinco, o querés ser el tercero cuando corren diez”. LOS ENTRENAMIENTOS Como en todo deporte, el entrenamiento es una parte fundamental. Para ser un deportista profesional o estar en un buen rendimiento, se necesitan muchas horas de dedicación. “Después de dar vueltas en el parque y correr mis primeras carreras, empecé a ir hasta la escuela agraria, después a Plá, a Mechita, a Benítez y no paré. Ahí creo que fue esa inyección para decidir practicar el deporte de manera más profesional. Vi que podía, que día a día mejoraba el rendimiento y ahora entreno tres horas por día porque tengo mi trabajo, cosas que no se pueden dejar de hacer, pero con eso alcanza. Actualmente tengo el asesoramiento de Juan Carrizo (Bragado), yo no puedo viajar los martes y jueves como lo hace Nicolás Pais, pero sigo las indicaciones desde acá. Él entrena allá, yo hago lo mismo en Alberti, los sábados salimos juntos a correr y los domingos vamos a las carreras. Creo que estamos bien, pero el otro día hablando con un profesional me dijo que el entrenaba 12 horas por día”. (risas)
LAS COMPETENCIAS Luciano Aronna corrió hasta el momento 108 carreras. De todas recuerda algo, según él, porque disfruta cada competencia. De las primeras carreras recuerda sus últimos puestos, cuando rompió una zapatilla en Chivilcoy y terminó con la suela en la mano, en Los Toldos alguien cambió la señalización y Luciano corrió de más. Hoy la cosa ha cambiado, todo está planeado, cada carrera es estudiada y es una costumbre llegar entre los primeros. “Antes sucedían cosas insólitas, ahora ya lo tomé de manera más profesional y los logros se ven. Aunque hace poco en una carrera me equivoqué de camino y perdí algunos lugares, antes me lo tomaba en joda, pero ahora ya no, ese día me quería matar (risas). A diferencia de cuando empecé, ahora voy para ganar, entreno para eso, así que me tomo todas las cosas en serio. Cada carrera es un desafío y el único objetivo es hacer lo mejor. Yo siempre digo que cuando hay una carrera y están los 30 primeros del ranking, después de ellos hay dos o tres y ahí vengo yo. Considero que estoy, en lo que es amateur, demasiado bien”.
LOS VIAJES Los viajes son algo especial, a ningún deportista le gusta hacer muchos kilómetros pero es inevitable si se quiere ir a competir. Luciano, junto a sus acompañantes, se levanta a las 5 de la mañana para preparar lo que será la competencia. “Yo me levanto temprano, empiezo a armar todo y salimos para el lugar donde se haga la carrera. Los viajes los costeamos entre todos, recibimos alguna ayuda, pero igual debemos hacer un esfuerzo extra. A veces representamos a Bragado, porque Juan nuestro entrenador nos requiere, ya que bueno ellos a cambio nos brindan el entrenamiento, el asesoramiento; pero es inevitable decir que yo represento a Alberti, en cada inscripción siempre digo soy de Alberti”. Todo viaje siempre tiene una anécdota y para los correcaminos no son la excepción. EL PEOR VIAJE DE TU VIDA “El sábado fuimos a correr a Bragado, estábamos muy cansados y nos quedamos dormidos así que nos pasamos de largo. Bueno, hicimos 30 km de más, o sea que en total fueron 60 para retomar. Llegamos a la carrera, entramos al vestuario para cambiarnos y nos quedamos encerrados, tuvimos que romper la puerta (risas). En el viaje de vuelta nos quedamos sin gas en el auto, lo pasamos a nafta y se rompió la bomba de nafta. De tiro nos llevaron a una estación de servicio, aunque no me creas ¡no había combustible! (más risas), no teníamos tarjeta en el celular, tampoco señal, tuvimos que echar nafta en un bidón y mi viejo lo iba teniendo por la ventana en el trayecto de Navarro a Mercedes donde encontramos una estación de servicio que tenía gas. Sinceramente si me preguntabas en ese momento qué tenía ganas de hacer era volverme corriendo”.
PABLO LEZAMA
ESTA NOTA ES UN SINTESIS DE LA ENTREVISTA AL ATLETA ALBERTINO PUBLICADA EN LA EDICION NUMERO 5 DE LA REVISTA TERCER ARCO.

No hay comentarios: